Sabiduría bíblica para problemas No hay más de un misterio
Sabiduría bíblica para problemas No hay más de un misterio
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Alaba hoy a Dios por el sacrificio que Jesús hizo por simpatía a ti. Es por su misericordia que tienes nueva vida, agradécele hoy por la esperanza de vida eterna que tienes gracias a él.
Que nuestro Señor Redentor y Dios, nuestro Padre, que nos amó y nos dio gratis un consuelo inmortal y una acertado esperanza, los reconforte y fortalezca en toda obra y en toda palabra buena.
Ese es el fin del sufrimiento. Y es el fin del pecado, porque en el paraíso nuevo y en la tierra nueva «no entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero» (Ap. 21:27). Como lo expresa Don Carson:
Al enfrentar la persecución, Jesús nos dice que no debemos temer a los seres humanos que pueden matar solo el cuerpo, sino al Señor que tiene el poder sobre el alma y el cuerpo.
Es importante recordar que la obediencia y la amistad a Dios no solo se manifiesta en momentos de paz y tranquilidad, sino asimismo en momentos de sufrimiento y persecución. Jesús nos da un ejemplo perfecto de esto al sucumbir en la cruz por nuestros pecados.
El amor de Cristo es más fuerte que cualquier sufrimiento o persecución, y es nuestra representación compartir este mensaje con todos waystem
Siempre fue click here sabido de las donaciones.donde haga error allí estamos.digo estamos por que todos los miembros fieles donamos cada mes para ayudar al prójimo. Pero hay de todo en la viña del Señor
Ser firmes en nuestra Confianza y ser testigos valientes delante el rechazo es una enseñanza importante que nos da Jesús en Mateo 10:16-33. En este pasaje, Jesús instruye a sus discípulos sobre cómo carear la hostilidad y persecución que les aguardan al predicar su mensaje.
3. Vivir en obligación y entrega: Al reflexionar sobre el sufrimiento de Cristo, somos llamados a existir una vida de reconocimiento y entrega a Dios. Acertado a lo que Cristo hizo por nosotros, debemos responder con aprecio y obediencia a su voluntad.
No es que a la pasión de Jesús le falte algo, pero ha dejado un punto para que incorporemos a ella nuestros propios sufrimientos, haciéndolos valiosos y con sentido.
Mis huesos se quebrantan por la desprecio de mis adversarios; mientras me preguntan sin cesar: «¿Dónde está tu Dios?»
“Recuerden que en ese tiempo ustedes estaban separados de Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel, extraños a los pactos de la promesa, sin tener esperanza y sin Dios en el mundo” (Efesios 2:12)
Mantengamos firmemente la confesión de nuestra esperanza, porque aquel que ha hecho la promesa es fiel.
Y si la enfermedad y el dolor se vinculan al pecado y al mal, la vida y la Sanidad total se las relaciona con la fidelidad a Dios y a sus mandamientos.